Entendiendo las diferencias culturales en la dinámica de los equipos

¿No es maravilloso cómo en el mundo actual tenemos la oportunidad de trabajar con personas de diferentes culturas? Llegas a un lugar de trabajo donde te encuentras con personas de todas partes del mundo, las conoces personalmente y también observas cómo actúan y se desempeñan en el entorno laboral. A medida que pasas más tiempo con ellas, probablemente aprenderás cómo su lugar de nacimiento, educación, familia e historia de vida las han moldeado hasta convertirlas en las personas y empleados que son hoy.

No obstante, es importante reconocer que encontrarse con diferencias culturales en el trabajo, ya sea en la comunicación, la ejecución de tareas o el logro de objetivos, es inevitable. Como dice la cita de Antonio Guterres, “Tenemos que trascender nuestras diferencias para transformar nuestro futuro”. Esto es particularmente relevante al considerar las diversas formas en que las culturas perciben el tiempo, se comunican y abordan las tareas.

Según el libro “Understanding Cultural Differences” de Hall et al., las diferencias culturales en la percepción del tiempo y la comunicación impactan significativamente en el trabajo en equipo. Las culturas monocrónicas (Europa del Norte y EE. UU.) tienen horarios muy estrictos y valoran la puntualidad, mientras que las culturas policrónicas (Medio Oriente y América Latina) favorecen la flexibilidad y las interacciones personales.

Las diferencias en los estilos de comunicación se identifican de la siguiente manera: las culturas de alto contexto (HC) (Japón y los países del Mediterráneo) se basan en una comunicación indirecta y en el contexto, mientras que las culturas de bajo contexto (LC) (Alemania y EE. UU.) son más directas y detalladas en su comunicación. Comprender estos estilos puede mejorar la claridad y reducir malentendidos.

Culturalmente, las personas también tienen diferentes expectativas respecto al espacio personal, lo que afecta sus niveles de comodidad, así como una diferencia en la tolerancia al ruido en el entorno laboral; las culturas de bajo contexto prefieren trabajar en entornos tranquilos, mientras que las culturas de alto contexto están más acostumbradas a la presencia de ruido en sus dinámicos ambientes.

Ser conscientes de estas diferencias culturales ayuda a establecer objetivos y expectativas adecuados para equipos diversos, permitiendo un entorno de trabajo productivo que mejore la cohesión y la efectividad del equipo.

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